viernes, 12 de agosto de 2016

Realidad: Verdad 5


No la vi al día siguiente, ni el resto de la semana.
Aún así, el viernes por la noche, la esperé fuera de la tienda dónde nos encontramos el lunes.
No sabía porqué lo hacía, quiero decir ¿qué iba a hacer si la veía otra vez? Luego de ver cómo se había comportado ¿cuáles eran las probabilidades de que ella quisiera volver a mi casa? O por lo menos, volver a hablarme. A lo que me llevaba, ¿por qué había actuado así?
¿Y sí tenía novio?
La imagen de un ruso de dos metros cargando un lanza-granadas vino a mi cabeza apenas me hice la pregunta. A como sabía que era, seguramente ella le diría que la había intentado violar o algo así, entonces el tipo me haría explotar antes de poder explicarle y, mientras mis intestinos volaban por los aires, ella estaría burlándose con su característica carcajada de bruja. ¡Maldita zorra!

lunes, 18 de abril de 2016

Realidad: Verdad 4


No, no, no, no, ¡No!
¡Mierda! ¿Cómo se me pudo haber ido el tiempo así?
Estaba volando bajo la lluvia, ya no tenía oportunidad de ir mi departamento para cambiarme, ¡sabía que era mala idea no usar el auto hoy!; debía de ir directamente a su casa. ¡Hadrian iba a matarme! Llevaba años sin que esto pasara.
Ahora, por culpa de un estúpido niño iba a recibir la tunda del año...o mejor dicho la del mes.
Unos minutos después. llegué al umbral de su casa. Las cortinas estaban cerradas, pero aún así se podía notar que las luces estaban encendidas. Mierda. No se oía la usual música jazz que ponía cuando me estaba esperando. Doble mierda. Debía de estar realmente cabreado.
Ha como pude me exprimí el exceso de agua del cabello, ni me molesté por intentar secarme la ropa, esa era una batalla perdida. Tomé una gran cantidad de aire por la boca y, con la mano temblorosa, giré la perilla de la puerta.

sábado, 9 de abril de 2016

Auril: Capítulo 4


No sabía qué era lo que pasaba.
A parte de Mica estaban otras tres personas alrededor de una sala que...  ¡¿Había detrás de una pared?!

Las personas que estaban ahí eran dos hombres, uno alto y moreno mientras que el otro era la antitesis del primero: flaco y pálido; y una mujer, la viva imitación de súper modelo americana, algo me decía que debía de odiarla mucho.
El negro parecía que me miraba con... ¿Lastima? No estaba segura, y no me importaba. Los otros dos, sobre todo la chica, observaban cualquier acción que realizara.
¿Por qué me miraban así? Yo no les había hecho nada ¿Cierto?

lunes, 4 de abril de 2016

Aprende de mí: Lección 4


Aquella carta cumplió su cometido, había resuelto mis problemas.

Ya tenía todo listo, solo era cuestión de que aquella chiquilla despertara. Es más, ¿por qué tenía que esperar? Así empecé a subir las escaleras como si mi vida dependiera de ello... bueno, de hecho así era.

Abrí la puerta de un golpe y cuando la vi; observé que se removía entre las sábanas y sudaba mucho. De seguro estaba teniendo pesadillas, como siempre, obviamente era remordimiento de su jodida consciencia.
Bien para ella.

viernes, 1 de abril de 2016

Realidad: Verdad 3


Odiaba mudarme, no porque tuviera una especie de afección a los lugares donde me quedara, era más bien el hecho que conllevaba cambiar de casa.
Empacar cientos de cajas, que en mi lugar no serían tantas, ponerlas dentro de un camión, en este caso un automóvil; y luego viajar hasta casi al otro lado del país y esperar que todas tus pertenencias llegaran en una sola pieza. Si es así, serás considerado el siguiente Mesías; si no, prepárate para un día entero de dolores de cabeza.
Por mi parte, el mayor problema con el que me encontré fue con que una taza de porcelana se había rato.
Ya llevaba un par de semanas en la ciudad; conocía algunas calles, pero todavía me perdía, por lo que salí unas cuantas veces más hasta memorizarme al menos las avenidas importantes y atajos para llegar a ellas, algunas veces en autobús y otras caminando. Casi no tomaba el auto, la gasolina es cara, y yo no era precisamente millonaria, tampoco era una pobretona miserable, pero tenía que administrar bien mi dinero.
Estaba a la mitad de uno de mis recorridos a pie cuando pasó. El día en que me encontré con aquel extraño niño.